Informe de nieve Pirineos Orientales, 10/02/2020

Condición de la nieve

A partir de 1800 m ya hay un buen metro. Por encima de esa cota, todo está muy bien nevado, excepto las laderas puramente orientadas al sur. En la cuenca a 2300 - 2700 hay definitivamente 2-3 metros de nieve. Un poco menos en la cima de la cresta, pero todavía mejor que cualquier cosa que hayamos visto aquí hasta ahora. Como esto es bastante raro en el Puigmal, le damos 4 estrellas por las excelentes condiciones de la nieve.

Calidad de la nieve

Lo de siempre: Por la mañana, todo está helado tan duro como el hormigón debido al ritmo día/noche. A partir de las 11-12 horas, las laderas sur, oeste y este se vuelven blandas, la poderosa ladera norte del Puigmal, con su excelente terreno para esquiar, permaneció todo el día como una única pared de hielo. Pocas veces hemos visto una ladera helada tan masiva. Al principio queríamos subirla, pero tuvimos que renunciar a pesar de la pendiente moderada (30-35 grados) y los crampones, bajar esquiando a la cuenca y ascender por la cresta orientada al oeste. Aquí la nieve era mucho más blanda y más agradable para caminar y esquiar. A partir de los 2900-2800 m en la cara norte había nieve polvo asentada.

LLB informa 1/2. Las laderas orientadas al sur aquí están en su mayoría descargadas, el resto aún está demasiado helado para bajar. En general, sin embargo, con la subida de las temperaturas y la insolación cada vez más alta, podría haber algunas caídas grandes aquí en las próximas semanas debido a las enormes profundidades de nieve. En el norte, incluso en pendientes moderadamente empinadas, el riesgo de caída es muy alto, porque el hielo está casi completamente desnudo.

Impresión general

Puigmal es una montaña realmente impresionante en la frontera entre Francia y España con mucha nieve en este momento. A pesar del fantástico tiempo, nuestra alegría se vio algo empañada por nuestra aventura finalmente cancelada en la helada ladera norte del Puigmal y por la gran cantidad de gente para los estándares locales (ciertamente 50 personas en la montaña, casi todas españolas). Al final, llegamos a la cumbre con cierto retraso y bastante agotados, y el descenso, al menos por la vertiente sur antes de llegar a la cuenca, fue de lo más divertido. El próximo objetivo está fijado: ¡Esquiar el Puigmal con nieve polvo!