Después de que la FIS se hiciera cargo del Freeride World Tour, los Juegos Olímpicos eran el siguiente paso obvio para Hale-Woods y Johan Elias, Presidente de la FIS. Con vistas a la comercialización centralizada de todas las competiciones de la FIS, que ha sido durante mucho tiempo un objetivo, Elias afirmó una vez más que "juntos se pueden conseguir grandes cosas". Hale-Woods también subrayó que "el esquí debe estar unido". Esta es la única manera de impulsar la profesionalización del deporte freeride y garantizar que los atletas puedan vivir de su deporte y recibir premios en metálico adecuados. Los atletas contarán con el apoyo de campañas de imagen especiales.
Nuevo formato de competición: las preguntas siguen sin respuesta
Al principio no estaba claro cómo se organizarán exactamente las competiciones olímpicas de freeride. Según Hale-Woods, el objetivo es aprovechar la gran experiencia del FWT y la seguridad de los riders seguirá siendo la máxima prioridad en el futuro. Está prevista una mesa redonda con representantes del COI, representantes de los riders y Nicolas Hale-Woods para hacer justicia a la idea olímpica y a lo "libre" del freeride en un formato de competición altamente profesional. En este contexto, Hale-Woods planteó la cuestión de qué significa realmente la libertad y si el término sigue estando de actualidad. También dijo que, en caso necesario, habría que reconsiderar las exigencias a las sedes de los concursos y adaptarlas a las condiciones de las respectivas sedes olímpicas. Reaccionar con flexibilidad ante la naturaleza y las condiciones es la esencia del freeride. El estatus olímpico es, por tanto, una oportunidad para que el freeride vuelva a sus raíces, subrayó Hale-Woods.