La comunidad de snowboarders de la vieja escuela se celebra a sí misma. El 17 de abril de 2010, por fin había llegado el momento. El mayor evento de snowboard de la vieja escuela del mundo se celebró en Stuben am Arlberg.
Por undécima vez consecutiva, este evento giraba en torno a la comunidad. Por supuesto, no podía faltar el homenaje a los padres fundadores, personajes formativos y pioneros de nuestro equipo de deportes de nieve favorito. Por eso el plantel de riders parecía un libro de historia del snowboard. Nombres como Terry Kidwell, Shawn Farmer, Bob Klein, Regis Roland, Ueli Kestenholz, Jose Fernandes, los hermanos Freinandemetz y muchos más hicieron latir cada vez más rápido los corazones de los espectadores y, sobre todo, de los demás participantes. Para muchos de los 410 participantes, afrontar una pendiente de 1001 metros verticales tabla a tabla con sus ídolos y modelos a seguir es uno de los mejores momentos de sus carreras en el snowboard.
El viernes por la noche, sin embargo, los participantes se reunieron primero para la tradicional cena de leyendas, en la que los principales protagonistas salieron del libro de historia y llenaron sus estómagos en un ambiente relajado en los salones, haciendo revivir los recuerdos. Esto proporcionó material suficiente para llenar la velada hasta altas horas de la madrugada.
El sábado fue el plato fuerte de la reunión. Una clásica carrera de descenso de arriba abajo sin reglas ni normas. La salida masiva de Les Mans ya ofrecía un caos de neón fantásticamente colorido, con los participantes dando tumbos por la nieve hasta las rodillas hacia sus equipos deportivos. Los modelos, algunos de los cuales estaban listos para el museo, se ataron lo más rápido posible y se abordó el descenso de 4 km de longitud. Especial respeto merecieron algunos que se atrevieron a superar la cornisa de casi 5 metros de altura con elegantes saltos sobre sus reliquias del pasado del snowboard. Otro punto culminante fue la sección final de la pista, que tenía muy poca nieve y, una vez más, exigió a los atletas habilidades de conducción de alto nivel para maniobrar con destreza las tablas bien mantenidas alrededor de las rocas.
Las clasificaciones también jugaron un papel bastante secundario este año. La experiencia compartida fue la protagonista. La zona de meta se convirtió en un espacio de celebración y un resplandor colectivo se extendió de un extremo a otro de la multitud cuando tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios de categorías tan singulares como Maestro del alma, Tabla más antigua y honores de similar calado. Por la noche, la celebración se trasladó a la carpa de la fiesta, donde se proyectaron clásicos del cine como "This is Snowboarding", "The Holy Grail of Snowboarding" y "Apocaypse Snow" antes de que las masas pudieran festejarse a sí mismas con ritmos reggea.
Los agradecimientos por la continuación de este evento único van para el organizador del concurso y veterano del snowboard Paul Gruber, quien también anunció la fecha del próximo Woodstock del snowboard, el Longboardclassics 2011. Nos volveremos a ver el 9 de abril de 2011 en Stuben am Arlberg.
Longboardclassics 2011.