Con sólo diez remontes, la zona de esquí no impresiona con superlativos, pero el Axamer Lizum siempre merece una excursión. El Lizum destaca por su terreno desarrollado. La estación del valle se encuentra a una altitud de 1.500 metros, por lo que la nieve es muy segura. El Kalkkögel ofrece todo lo que el corazón de un freerider puede desear, desde empinados corredores hasta pendientes para pasear sin prisas. Otro punto a favor: Innsbruck, la autoproclamada "capital de los Alpes", está a sólo 19 kilómetros. Innsbruck lleva varios años promocionándose como "Freeride City Innsbruck": la ciudad en el corazón de los Alpes es un punto de partida ideal para la práctica del powder riding. Además de numerosos eventos en la ciudad, también hay un autobús gratuito para los esquiadores a las zonas de esquí cercanas.
Freeride en los Dolomitas del Tirol del Norte
El autobús te lleva directamente desde Innsbruck a la zona de esquí Axamer Lizum por la mañana. Funciona muy bien, pero hay que tener en cuenta que hay mucho movimiento en las horas punta. Una vez en el aparcamiento, tomamos el Schönbodenbahn, un telesilla de 4 plazas, hasta la cima. Hay numerosas variaciones durante el trayecto. Éstas son bastante obvias y suelen agotarse al cabo de unas horas.
Sin embargo, con unos pocos metros de ascenso, aún se pueden encontrar algunas pistas sin pistas, por ejemplo en el Pleisen, de 2250 m de altura. Desde la estación de montaña Pleisenbahn, sólo hay unos metros hasta la cima. Desde aquí, se puede bajar esquiando hasta el remonte de Karleiten. Otra opción interesante es el descenso por el antiguo valle hasta Axams. Para ello, esquíe unos metros por la pista desde el remonte de Pleisenbahn en dirección norte y luego déjela a la izquierda en el cambio de terreno. Esta bajada a veces está preparada o al menos muy bacheada, pero siempre hay bellas variantes a izquierda y derecha de la misma. Desde Axams, tome la lanzadera gratuita de vuelta a la zona de esquí.