Saldremos hacia Anchorage/AK el 26 de marzo, donde alquilaremos una autocaravana que será nuestra base y punto de partida para nuestros viajes por las singulares cordilleras de Alaska durante las próximas tres semanas. Pero para adentrarnos más en las montañas, también utilizaremos motos de nieve para transportar nuestro equipo al interior del país, donde queremos conquistar las montañas circundantes desde nuestro campamento de tiendas.
La preparación
Durante meses, la anticipación de este gran viaje se ha ido acumulando hasta llegar a contracciones casi espásticas. Primero hubo que reservar el vuelo y la autocaravana, convencer a los patrocinadores del equipo y hacer planes, y ahora los pequeños detalles de los que aún hay que ocuparse se han vuelto casi inabarcables. Probar el equipaje, comprar pequeños objetos, lavar la ropa, desmontar los esquís, probar las baterías... la lista es interminable.
Pero estar bien preparado es probablemente lo más importante cuando uno planea mudarse lejos de la civilización. Y en Alaska, la civilización también es escasa. Consultar la previsión meteorológica o la situación de las avalanchas en Internet suele ser tan imposible como pedir una tirita al servicio de rescate en pista o un destornillador al ascensorista. Por lo tanto, la preparación es esencial.