Feiner, Vitzthum y Schmid² quieren salir de la eterna contradicción que supone el entusiasmo por el esquí de travesía, por un lado, y el consumo de recursos y terrenos, por otro. La protección del clima y del medio ambiente es un motivo central, pero no el único. El uso del transporte público abre posibilidades de combinación completamente nuevas para safaris de esquí o reibn - es un gran mérito del libro señalar esto enfáticamente.
Ampliar perspectivas y aventuras con y a través del transporte público en lugar de rendir homenaje al ídolo del transporte privado motorizado. Y lo consiguen sin señalarte con el dedo, sino que te dan ganas de probarlo por ti mismo con cada descripción de los recorridos.
El público objetivo del libro es, ante todo, la clientela de los recorridos de esquí urbano de Múnich, y esto es bastante deliberado. Al fin y al cabo, no sólo en las rutas de esquí de travesía es deseable dirigir flujos de visitantes. Las "montañas locales" y las comunidades vecinas, a las que se puede acceder fácilmente desde Múnich, son muy frecuentadas tanto en verano como en invierno, hasta el punto de que las quejas sobre los "habitantes de la ciudad" forman parte del repertorio habitual de la población rural tanto en verano como en invierno.
Presentación de las excursiones
En las 35 propuestas de excursiones se incluyen algunas de las montañas locales de Múnich, como el Wank, el Hirschberg, el Kampenwand o el Geigelstein, así como un claro enfoque en los puntos calientes de Schliersee, Tegernsee y Spitzingsee. Esto es bastante coherente, porque cualquiera que haya salido demasiado tarde en esta dirección desde Múnich en un fin de semana de invierno ha mordido el volante unas cuantas veces de rabia y desesperación, incluso con un ideal de comportamiento por lo demás estoico.
Los destinos turísticos de la guía suelen ser ya conocidos para el turista experimentado, pero siempre hay variaciones que merecen la pena -palabras clave nuevas perspectivas- que sólo son posibles utilizando el transporte público. Por ejemplo, el "Cool-Loch Safari" (Tour 16), que le lleva de Hochzirl a Gießenbach.
Además, hay clásicos conocidos que sólo cobran sentido cuando se utiliza el transporte público. Un buen ejemplo de ello es la popular carretera de circunvalación de Grünstein, en el Wetterstein, que de otro modo requeriría varios coches y conduce desde Múnich a través del cuello de botella de Garmisch.