De forma relativamente abrupta, la película comienza con una de estas escenas de Continuum, la primera película de 1996, y enseguida lo deja claro: hemos venido a destruir. En este caso, el parabrisas de su coche al borde de la carretera en Alaska, en un sentido metafórico las expectativas de la audiencia, ya que rompen la tendencia de las películas de esquí de los últimos años. En lugar de un parpadeo salvaje de bon mots de estudiantes de cine UltraHD incrustados en una narrativa filosófica sobre ser o no ser, se nos ofrecen dos minutos de tonterías granuladas de VHS de hace años. Y funciona, es divertido y aumenta la expectación.
La introducción del conductor y el primer segmento dejan claro que no naciste ayer. Nada que no hayas visto antes en términos de acción AK, pero bien editado y entretenido. El segundo segmento es el obligatorio segmento de la almohada en la casi famosa, infame cabaña cerca de Golden, BC. No son los primeros y probablemente ni siquiera el equipo de filmación más malo que haya estado allí, pero es divertido verlos. Junto con el segmento de la India y las líneas que esquían, TGR te hace sentir que son como tú y yo, porque no siempre tienen condiciones perfectas, ni esquían las líneas del milenio todo el tiempo.
Aunque se podría acusar a TGR de ser formulista con el tradicional segmento de Jackson Hole, todo es tan creíble como puede serlo una producción profesional de una película de esquí. Puedes creer que esquiar es divertido, que te sirve para ver mundo y que al mismo tiempo no hay nada mejor que esquiar en tu lugar de origen. Y de eso es de lo que deberían tratar las películas de esquí. Pero no sería TGR en su año de cumpleaños si continuara con una serie de estándares. El segmento del campamento de fantasía en las montañas Neacola con el simpático y extravagante neozelandés Sam Smoothy está sin duda muy arriba en términos de freeride y extrañeza verbal.