Verbier es una de las estaciones de esquí más famosas de los Alpes y un punto de encuentro navideño para el público chic, los adorables y los Hooray Henrys ingleses. Eso no debería impedirnos esquiar las líneas y los couloirs mundialmente famosos, como Stairway To Heaven y Rock Garden. Este es el relato de mi experiencia, que es también una guía sobre cómo vivir mejor Verbier con una pequeña bolsa amarilla y bastones anchos:
La Tzoumaz es un pequeño pueblo que se caracteriza por estar integrado en uno de los dominios esquiables más grandes de Europa, los cuatro valles (Les 4 Vallées). Mi compañero de nieve polvo Tom y yo habíamos elegido el pueblo porque, por su proximidad geográfica, estábamos práctica y fácilmente conectados con Verbier por teleférico. Esto se traducía en opciones de alojamiento asequibles que iban desde pisos de vacaciones y chalés económicos hasta un gran aparcamiento al final del pueblo, donde también se permite acampar.
El teleférico te lleva al corazón de la estación de esquí en pocos minutos y te lleva al espectacular Verbier Arena. Puede que el dominio esquiable como tal sea uno de los más grandes de los Alpes, con 420 kilómetros de pistas, pero uno se pregunta constantemente qué hace allí como aficionado a las pistas: Pistas extremadamente empinadas, kilómetros de pistas conectadas, moguls helados y descripciones confusas de las pistas no parecen ser el lugar ideal para las numerosas familias, snowboarders ocasionales y divertidos carvers.
El paraíso del freeride Verbier
Pero los cazadores de líneas pudimos disfrutar plenamente de Verbier. A diferencia de casi cualquier otra zona, muchas líneas y variantes son claramente visibles y reconocibles desde el remonte. Verbier ofrece prácticamente de todo: desde amplias pistas de nieve polvo hasta empinados couloirs. Sin embargo, debido a la gran afluencia de esquiadores durante el periodo navideño, se encontrará con numerosos esquiadores fuera de pista sin mucha experiencia ni equipo en el terreno. Nuestro consejo: lleve siempre sus pieles y esté preparado para aceptar ascensos o recorridos más cortos. Incluso el tercer día de Bluebird después de una gran nevada, nos resultó fácil encontrar fantásticos descensos en Mont Gelé, Col de Mines o por el Vallon D'Arbi.
Champán por aquí, avalanchas por allá
El freeride también parece ser un deporte popular en Verbier. Mientras Tom y yo habíamos decidido escalar el flanco noroeste del Mont Gelé desde abajo debido al riesgo de avalanchas en la zona superior para abordar allí una línea no trazada, el champán lo degustamos en la terraza 500 metros más abajo, en el restaurante La Vache. Cuando llegamos abajo, un cliente del restaurante nos regaló inmediatamente un vídeo de nuestro descenso, y mientras seguíamos pensando qué ensalada podíamos permitirnos en La Vache, tuvimos que ver cómo tres snowboarders intentaban la misma montaña, pero desgraciadamente desde la estación superior de la zona alta. Tres avalanchas y un adolescente parcialmente enterrado después, ya no teníamos hambre y seguimos hacia el Col de Mines. Allí también descubrimos turistas en la ladera abierta y tuvimos que experimentar cómo se hacía una foto de grupo al segundo sonido "wham" en la empinada ladera.
Separando el trigo de la paja
La extensión de la tendencia freeride se puede ver claramente en Verbier: Por falta de conocimientos, muchos aficionados a los deportes de invierno no reconocen los peligros. Para evitar la moda del freeride, nuestro consejo es, por tanto, llevar las pieles y aceptar ascensos cortos, familiarizándose así mejor con la zona, la nieve y los peligros del terreno. La mayoría de los descensos de ensueño de las últimas semanas eran visibles incluso desde Verbier y, sin embargo, permanecieron intactos durante días.
Consejos para Verbier / Quattre Vallées
Para el primer día, recomiendo visitar las zonas clásicas y designadas de freeride: Stairway To Heaven, Rock Garden, la clásica silla del Col de Mines proporcionan una buena visión. Los días siguientes deben planificarse de forma que una ascensión de una o dos horas te lleve a zonas que sólo utilizan unos pocos freeriders. Mont Gelé, Chassoure y el Vallon D'Arbi ofrecen infinitas posibilidades. Para las zonas situadas al sur del Mont Forts, recomendamos llevar un guía de montaña o un experto local debido a las numerosas grietas. Con mal tiempo y nevadas, merece la pena visitar el bosque de La Tzoumaz. A través de campos, praderas y los jardines delanteros de varios propietarios de chalés ingleses.
