El desarrollo de las bajas presiones en el Atlántico occidental sigue siendo alimentado por el aire frío que fluye desde el norte. El resultado es una baja más o menos estacionaria y pronunciada al sur de Groenlandia. Por un lado, esto produce un "Atlántico activo" en términos meteorológicos y constantemente nuevas perturbaciones que nos llegan con la deriva de poniente -como ha sucedido en los últimos días (y desencadenado la actual AlertaPowder)
Por otro lado, el aire cálido es transportado hacia el norte en el frente de esta baja, lo que favorece un fortalecimiento de la Alta de las Azores, algo desplazada. La serie de frentes fríos y cálidos que se han desencadenado y se desencadenarán sobre el norte y el oeste de los Alpes -con los correspondientes saltos de temperatura y situaciones de aludes a veces muy críticas- son la prueba del actual dominio del tiempo del oeste.