Situación actual y perspectivas
Desde hace algún tiempo, los Alpes están atrapados en una fuerte corriente de poniente que produce masas de aire muy suaves, tiempo mayoritariamente soleado y sin nieve fresca. El chorro y las perturbaciones que lleva incorporadas pasan demasiado al norte para tener efecto aquí. Esto es muy diferente en Noruega, por ejemplo, donde la tormenta Ingunn sacó un autobús de la carretera hace unos días.
Aún hoy, miércoles (7 de febrero), la corriente sobre el Atlántico sigue siendo bastante zonal, es decir, corre bastante recta de oeste a este, sin grandes olas ni desvíos. Esta situación está a punto de cambiar: una fuerte baja se está desarrollando frente a la costa atlántica europea y el chorro sufrirá un importante abombamiento hacia el sur de aquí al final de la semana. La corriente a gran escala se ondulará y se volverá más meridional, es decir, tendrá un componente norte-sur más fuerte. La depresión se forma al oeste de los Alpes y se desplaza lentamente hacia el este. Nos encontramos en la parte delantera de la vaguada, es decir, delante de la baja propiamente dicha en cuanto a la dirección del flujo (= al este de la baja). En este "frente de onda" nos llega aire del sur. Este es cálido y húmedo y se espera que traiga la clásica combinación de mermelada del sur y foehn del norte a partir del viernes.