El pasado fin de semana fue interesante en términos meteorológicos y lamentable en términos de esquí. Tras las fuertes lluvias caídas durante la noche, el domingo se registraron temperaturas de unos 20 grados en muchos lugares durante el día. El líder en Austria fue Pottschach (Baja Austria), con 23,2º, un nuevo récord nacional para febrero. ¿Qué estaba pasando?
En el transcurso del sábado (20 de febrero), un frente cálido se acercó a los Alpes desde el oeste y por la tarde empezó a nevar o a llover copiosamente en algunos lugares. Mientras que al principio nevó hasta los valles del oeste del Tirol (a pesar de las previsiones, ¡casi se tenía la tentación de esperar!), desde el principio llovió más al este. En la mayor parte de los casos, las sutilezas del momento fueron decisivas para el estado global: en la confusión del frente, ¿vienen primero las precipitaciones y luego el calor, o viceversa? Por ejemplo, en las estaciones de Muttekopfhütte (Imst, Tirol) y Brunftbergtiefe (Berchtesgaden): En Imst, las precipitaciones comienzan unas horas antes. Las temperaturas ya están subiendo, pero habrá bastante nieve hasta cerca de medianoche. En Berchtesgadenerland ya hace calor cuando la precipitación comienza algo más tarde.
Es poco probable que estos pequeños detalles hayan sido decisivos para las condiciones de esquí del domingo (igual de húmedas en ambos lugares), aunque la profundidad total de nieve en Imst sufrió visiblemente menos debido a la nevada inicial. En cualquier caso, el frente cálido dejó tras de sí un considerable sector de aire cálido, que aseguró unas temperaturas bastante veraniegas. Desde entonces, el límite de la masa de aire entre el frío del norte y el calor del sur discurre de forma más o menos marcada de oeste a este y se sitúa ligeramente al norte de los Alpes, algo que el frente frío de ayer, con algunos copos en la vertiente norte de los Alpes, no pudo cambiar. Mientras una fuerte baja escandinava dirige aire frío hacia nosotros por su parte occidental, una pequeña vaguada en la zona de España contrarresta y dirige aire cálido mediterráneo hacia el norte en el frente. El límite de la masa de aire se encuentra en el punto de encuentro, impidiendo que el aire frío se derrame sobre los Alpes.
¿Qué sigue?
Sigue siendo emocionante y posiblemente no tan sombrío para los aficionados al invierno, al menos en las montañas, como uno casi esperaría basándose en el curso del invierno hasta ahora. Un avance de aire frío al sur de Groenlandia está provocando el crecimiento de una baja (ciclogénesis). Como la ya conocida alta de las Azores vuelve a inflarse con fuerza, esta baja será empujada hacia una trayectoria bastante meridional y se posará sobre la Península Ibérica el fin de semana. Lo más probable es que provoque allí precipitaciones extremadamente intensas. Al mismo tiempo, aire cálido y húmedo volverá a ser canalizado hacia los Alpes por el frente de la baja, lo que también puede provocar precipitaciones de fuerte acumulación en el sur y Föhn en el norte.
Actualmente hay una opción muy interesante para el desarrollo posterior y el inicio meteorológico de la primavera (1 de marzo), que es agradable de ver pero que, por supuesto, aún debe ser tratada con precaución: En esta variante, el todavía fuerte Alto de las Azores favorece una deriva del vórtice polar lejos hacia el sur, por lo que un flujo del norte con aire frío y precipitaciones en Europa Central proporcionaría una vez más una sensación de invierno en una gran área.
