Nicolas Fojtu

Una sola foto se había apoderado de nuestras mentes. Era una vista aérea de una isla en el azul profundo del Mar de Japón. En su centro se alza una montaña solitaria con laderas cubiertas de nieve. Profundos surcos excavan barrancos, forman amplias laderas y se extienden suavemente hacia la boscosa costa. Teníamos que ir allí, para averiguar si realmente existe.

Todo el mundo ha estado alguna vez en Leventina. Pero lo más probable es que la mayoría haya pasado de largo sin pensar en hacer turismo, en tren o por la autopista. Pero si alguna vez ha mirado por la ventana en invierno, habrá adivinado que en el valle hay maravillosos terrenos de descenso a mayor altitud. Especialmente cuando hay mucha nieve en la vertiente sur de los Alpes, esta región es también un punto de atracción para los adictos a la nieve del norte de los Alpes.

Al principio existía el splitboard, o algo así. En cualquier caso, la tabla, que se puede dividir en dos partes, se utilizaba para hacer excursiones en snowboard antes que las actuales raquetas de nieve alpinas. En este informe de experiencias, intento resumir por qué los splitboards han vuelto a estar en auge desde hace unos años y dónde residen las mayores diferencias en comparación con las travesías con raquetas de nieve.