El visado
Al igual que Nueva Zelanda, Australia y Canadá, Japón también expide visados de trabajo y viaje todos los años. La ventaja de un visado de este tipo es que puedes permanecer en el país durante más tiempo, normalmente un año, y que puedes trabajar allí. Esto no sólo es práctico porque te ahorra dinero a la hora de viajar, sino que también te abre las puertas a la vida de la gente de allí. Uno llega a conocer la vida cotidiana, la gente y los lugares de una forma mucho más profunda cuando pasa a formar parte de la sociedad de allí, aunque sólo sea temporalmente. En Japón, a diferencia de otros países, el visado es gratuito, pero requiere un poco más de compromiso. No basta con rellenar un formulario. También hay que pensar en lo que realmente se pretende hacer, ya que hay que presentar tanto una carta de motivación como un plan de viaje a la embajada.
Por lo tanto, es aconsejable pensar en el viaje con antelación en lugar de salir volando sin más. Leí informes de viajes, busqué en mi red privada gente que ya hubiera estado allí y pudiera darme consejos, y luego pensé en lo que era importante para mí. Rápidamente llegué a la conclusión de que la nieve, la comida y la naturaleza eran mis principales prioridades. Por supuesto, también quiero ir a Tokio y Kioto, visitar Gion, el barrio de las geishas, y sumergirme en la cultura japonesa. Pero me apasiona más la naturaleza que las grandes ciudades y por eso prefiero una ruta por el campo y la montaña.
Sólo se puede solicitar un visado para Japón en una embajada japonesa. Para solicitar un visado, debes tener al menos dieciocho años y como máximo treinta (30 = hasta los treinta años). Yo tengo veintiocho y en mi caso la embajada estaba en Múnich. Las señoras y señores de allí parecen muy serios, cuando entras pasas un control de seguridad y te sientes un poco vigilado. No hablan mucho y todo se hace siguiendo estrictamente las instrucciones. Cuando llega tu turno y te llaman, la señora del mostrador es muy amable y servicial. Eso sí, es recomendable tener todos los documentos juntos, dejar tiempo suficiente y llegar a tiempo (a nosotros nos tocó un horario realmente apretado).
Lo que hay que llevar:
Pasaporte
Foto de pasaporte
CV
Formulario de solicitud de visado
Carta de motivación para Japón -> Debe tener aproximadamente 1 página y estar en inglés o japonés. Sirve para presentarte, decir quién eres, por qué quieres ir a Japón, por qué solicitas el visado de trabajo en lugar del de turista y qué esperas ganar de tu estancia en Japón. Puedes encontrar plantillas para ello en internet.
El itinerario planificado y las áreas de trabajo previstas -> Aquí deberías pensar en una ruta bien pensada y en qué trabajos de los distintos lugares son adecuados para ti. Yo, por ejemplo, empecé por la Isla Norte y me refería a trabajos en la industria de los deportes de invierno allí y luego dejé que mi ruta siguiera hacia el sur a partir de la primavera, donde quiero aplicar en parques nacionales.
Prueba de seguro y finanzas -> Una confirmación de seguro médico internacional para todo el período, así como un extracto bancario con 3.000 euros en tu propia cuenta
¡Todo en inglés, por supuesto! Por cierto, personas que ya han viajado a Japón me han comentado que el itinerario final no tiene nada que ver con los documentos presentados y es más bien un trámite.... Pero ya os pondré al día de esto cuando llegue el momento.
Y entonces toca esperar: ¿Se aprobará el visado, top o flop? En nuestro caso, ¡la respuesta fue positiva y nuestra planificación pudo continuar! Todavía no he oído nada sobre un rechazo, pero supongo que eso puede pasar si faltan documentos.