Los copos de nieve caen sobre mí. Se acumulan en los pliegues de mi chaqueta. Primero como pequeños cristales perfectos, después como una mancha húmeda. El viento me azota la cara y hace que el telesilla se balancee. El asiento es áspero y frío. Las huellas de las puntas de los palos decoran la espuma gris oscura. Finos dibujos de estrellas. De niños de la escuela de esquí, de adolescentes, de ancianos. Se leen casi como un diario del aburrimiento del telesilla. Aquí no hay asientos mullidos con calefacción integrada. Tampoco hay ninguna de las cubiertas de plexiglás que suelen recubrir los modernos telesillas y protegen a los esquiadores que se sientan en ellos de las inclemencias del tiempo en la montaña. Aquí se sigue siendo rudo y prístino, como solía ser el esquí. Casi nostálgico.
Estación de esquí o parque de ocio
¿Dónde estoy? No importa. El telesilla representa a las pequeñas estaciones de esquí. Por aquellas que en los últimos años han tenido que dejar paso a las grandes alianzas y tienen que temer la falta de nieve. Las zonas con quizás 30 kilómetros de pistas, cinco remontes, tres de ellos de barras en T y posiblemente un telesilla de bandeja, así como uno o dos refugios. Las zonas donde la mayoría de nosotros aprendimos a esquiar. Al fin y al cabo, son la esencia del esquí. Para mí, de niño, lo mejor era ir a los Alpes de Allgäu con mi padre los viernes después del colegio o el fin de semana y esquiar unas horas. No importaba que esquiaras las mismas dos pistas todo el día, estabas allí para esquiar. Afinabas tu técnica de esquí o aprovechabas cada espacio más o menos abierto en la nieve polvo. No tenías que pelearte con otros cientos de esquiadores por las mejores líneas, los pocos locales podían coordinarse entre sí. El deporte en sí era el protagonista y no las demás actividades que ofrecen las estaciones de esquí modernas: Exposiciones de arte, cocina con estrellas Michelin, conciertos, desayunos en telecabina o miradores. Nada de esto se puede encontrar en las pequeñas estaciones de esquí. ¿Y por qué debería? Es una estación de esquí. No un parque de ocio.