A la luz de la situación actual, es naturalmente difícil saber qué nivel de conocimientos se requiere para poder escribir algo como el MeteoBlog o Ráfagas de nieve de forma comprensible. Cuando se piensa en la nieve, se empieza por saber si la mayoría de los lectores conocen y, sobre todo, entienden la diferencia entre los tipos de transformación, tienen en la cabeza las definiciones de los niveles de peligro o comprenden la diferencia entre nieve a la deriva quebradiza y no quebradiza. Para poder seguir las Ráfagas de nieve, es imprescindible haber leído al menos un libro sobre la ciencia de la nieve y los aludes. Aquí nos referimos al libro moderno de la editorial PG: PowderGuide: Avalanchas, comprobación de riesgos para freeriders.
Definición de tensión & fuerza
La tensión es una palabra común en los informes de aludes, pero en relación con la nieve también es relativamente abstracta para algunas personas. Por eso buscamos en Google y obtenemos los siguientes resultados: "Tensión: fuerza en el interior de un cuerpo elástico que actúa contra su forma creada por la acción de fuerzas externas" Esta es una formulación general, pero también existen diferentes tipos de tensión en el manto de nieve: Principalmente tensiones de tracción, compresión y cizallamiento.
Dado que el consenso en estos días con respecto a las avalanchas de placas de nieve es que el punto clave en el descenso de una es la "fractura", al empujador de nieve le puede gustar la siguiente formulación de una enciclopedia online menos científica, que sin duda es suficiente para el propósito de la imaginación básica: "La resistencia de un material describe la tensión máxima que puede ser aplicada por cargas mecánicas antes de que se produzca el fallo. La nieve se comporta de forma elástica (vuelve a su forma original) o plástica (conserva su forma) cuando se deforma, o produce fracturas dúctiles o frágiles. Esto nos lleva de nuevo a un punto central en el concepto de nieve y aludes: El manto de nieve es un entramado de cristales coherentes con bolsas de aire. Mientras el armazón esté unido, se puede pisar - en cuanto se rompe en alguna parte, una parte puede colapsar y así seguir rompiéndose y provocar una avalancha.