Una comunicación clara es esencial para que un día en la montaña sea un éxito. Por un lado, para que todo el mundo esté de acuerdo y se entienda. Por otro lado, el aspecto de seguridad de la comunicación también es muy importante. Muchos accidentes, situaciones desfavorables y factores de frustración pueden desactivarse o eliminarse por completo mediante una comunicación inteligente. Pero, ¿qué hacer si el interlocutor está fuera del alcance del oído? Las radios pueden ser muy útiles en este caso. Pero a menudo se puede prescindir de equipos adicionales, o de todos modos no se llevan encima cuando se necesitan.
Esto se debe a que la forma más instintiva de comunicación suele utilizarse de forma espontánea: agitando los brazos salvajemente. Y palos. Esto suele funcionar bastante bien y, sobre todo, es rápido y sin complicaciones. Pero el peligro es que la otra persona no entienda lo que quieres decir porque no habláis el mismo idioma. Hacer gestos salvajes puede significar muchas cosas: desde "¡Eh, hazme una foto estupenda!" hasta "¡Cuidado, se acaba de desprender una placa de nieve encima de ti!". Y cuando se trata de la importancia del mensaje, de alguna manera hay un mundo de diferencia.