Todo empezó en otoño de 2010: Gore-Tex lanzó un desafío de freeride en Facebook, en el que el premio principal era un viaje y la participación en la competición personal de freeride de verano de Seb Michaud. Simplemente participa, me dije. Después de todo, el primer premio era un viaje a Argentina con algunos de los mejores freeriders del mundo.
La gran final y parte práctica del desafío iba a tener lugar en el Grand Raid de Tignes con los cuatro ganadores de la competición online. Es bastante improbable que yo esté allí, pensé...
Por eso no tenía muchas esperanzas de participar. Como he estado viajando mucho este invierno como monitor y guía de esquí, casi me había olvidado del reto. Así que el correo electrónico de Gore-Tex diciéndome que era uno de los cuatro finalistas fue más que una sorpresa. Me alegré muchísimo. Por supuesto, no quería perderme la oportunidad de hacer freeride con Seb Michaud y sus amigos en Argentina, aunque ese no fuera el objetivo principal de los siguientes días en Tignes...
Tignes - un pequeño viaje alrededor del mundo desde Innsbruck
La organización del Grand Raid fue simplemente perfecta. Se organizó un vuelo en un abrir y cerrar de ojos, se cubrieron todos los demás gastos de viaje y también se nos proporcionó un coche de alquiler de primera clase; todas las facturas corrieron a cargo de Gore-Tex. En el aeropuerto de Múnich conocí rápidamente a los otros dos ganadores y a los participantes en el Grand Raid. No había mucha gente que viajara con esquís en esta época del año. Congeniamos enseguida. Desde Ginebra viajamos a Tignes en coche. Prometía ser un gran fin de semana desde el principio. Sólo que las condiciones de la nieve in situ parecían más propias del verano y, de hecho, la nieve fue lo único que no fue perfecto ese fin de semana.
El día antes del Grand Raid y la gran final
Incluso en avión, sigue siendo medio mundo de viaje desde Innsbruck a Tignes, pero mereció la pena. Una vez que llegamos al pueblo, encontramos rápidamente el hotel, que era uno de los mejores y no un típico búnker de hormigón francés, ya que hay muchos en Tignes. En la recepción conocimos a Caroline, la representante de Gore-Tex, que nos saludó cordialmente y nos explicó el programa del fin de semana. Al día siguiente estábamos listos para salir: pero primero con una pequeña carrera al atardecer a las siete de la tarde.
La noche siguiente la completamos con raclette y vinos franceses. A última hora de la tarde llegó el cuarto participante, procedente de Laax (Suiza). Llevaba a sus espaldas un viaje de diez horas en coche, ya que uno de los pasos estaba cerrado y, por tanto, tuvo que desviarse mucho. Los cuatro coincidimos enseguida.
La salida
El sábado comenzó la gran carrera de aniversario del Grand Raid. Realmente habían ideado algo especial: ¡la competición no empezaba hasta las siete de la tarde! Aprovechamos el día para esquiar juntos. Al principio pensamos que era una broma que la primera carrera se celebrara por la tarde. Aprovechamos el día para calentarnos y relajarnos al sol. El ambiente entre nosotros era genial y nos divertimos tanto que la idea de competir nunca surgió entre los cuatro.
Luego empezó: briefing a las 17.30, primer encuentro con Seb Michaud, que nos saludó muy amablemente y nos informó sobre el procedimiento. Empezamos en equipos de dos, como es habitual en el Grand Raid. El Grand Raid es un cross freeride en el que cuenta el tiempo más rápido en equipos de dos. Los equipos individuales tienen que terminar juntos, de lo contrario hay penalizaciones de tiempo. Sin embargo, el puesto en la carrera no influyó para ganar el viaje a Argentina. Los jueces querían y necesitaban evaluar nuestra técnica de esquí y quién era el más adecuado para el viaje.
Por la tarde, el remonte se volvió a poner en marcha para los cerca de 15 equipos y comenzó una pequeña carrera por los dorsales para el día siguiente. El ambiente también era muy relajado entre los demás participantes, aunque había algunas personas muy motivadas en la salida.
El final del primer día fue una pequeña ciudad de tiendas de campaña junto a la hoguera, con un DJ y comida estupenda - no hay mejor manera de empezar una carrera como esta: estilo de vida fresco y puro espíritu. A esto le siguieron agradables conversaciones alrededor de la hoguera con Seb & Co. Alrededor de las doce de la noche se hizo más tranquilo y también nos metimos en la cálida tienda en nuestros sacos de dormir, porque el día siguiente iba a empezar a las siete de la mañana. Seb Michaud durmió directamente junto al fuego -sin saco de dormir- con unas cuantas pieles a modo de manta, ya que había olvidado su saco de dormir. Pensó que sería un buen entrenamiento para Argentina.
El concurso
El domingo tuvo un comienzo impresionante ya que Gore-Tex organizó un helicóptero para llevarnos al comienzo de la carrera. Menudo comienzo de día, ¡una locura total! Nos acompañaban constantemente fotógrafos y dos equipos de cámaras. Seb Michaud abría cada pendiente y luego nos observaba. Hubo un total de cinco carreras a lo largo del día, todas ellas de entre 600 y 800 metros verticales por descenso. La dificultad no era demasiado alta, aunque había algunos couloirs empinados de unos 45 grados. Las condiciones también eran relativamente buenas, la mayor parte de la nieve ya estaba granizada por la mañana. Los organizadores habían elegido muy buenas pistas que eran muy divertidas, incluso si teníamos que tener cuidado debido a las muchas rocas.
Estaba bastante contento conmigo mismo y con el día. Probablemente podría haberlo hecho un poco mejor en cuanto a velocidad, pero nos concentramos en esquiar y adaptamos nuestro ritmo a las condiciones. Por desgracia, algunos de los participantes más motivados, que eran o querían ser los ganadores, se desconectaron por completo. Como resultado, el concurso se vio ensombrecido por graves accidentes, que afortunadamente acabaron de forma bastante leve. Finalmente, la cuesta final terminó justo al lado del lago de Tignes, con una barbacoa y la posterior entrega de premios.
La decisión
Aunque había un gran premio en juego para nosotros, los cuatro finalistas del Freeride Challenge, participamos en la carrera sin competir y el objetivo era divertirnos. No obstante, todos pensábamos en ganar el desafío y el viaje a Argentina con Seb Michaud, ya que, al fin y al cabo, no se tienen oportunidades como ésta muy a menudo. Al final, Damian Camathias, de Suiza, fue el vencedor y el que más impresionó al jurado en torno a Seb Michaud. Todo el mundo quería que ganara, como cualquiera de nosotros hubiera querido que ganara otro. Porque todos los participantes son muy buenos esquiadores y la decisión final fue probablemente también una cuestión de suerte. ¡Me alegro por Damian y no le envidio la victoria y el viaje con algunos de los mejores freeriders del mundo en torno a Seb Michaud: Go big and rock it!
¡Vaya viaje! Este viaje fue prácticamente perfecto en todos los aspectos. Lo que Gore-Tex ofreció y organizó fue cine freeride de verdad. Tener la suerte de ser uno de los cuatro finalistas ya fue increíble para mí, pero el fin de semana que pasamos juntos lo superó todo.
Por eso me gustaría dar las gracias a Harald por la gran organización previa, y también a Caroline de Gore-Tex, que nos atendió perfectamente in situ, y por supuesto a Seb Michaud. Seb es un gran tipo que ha dado forma a la escena del freeride como casi ningún otro y sigue teniendo los pies en la tierra. Gracias por este gran fin de semana!
Y por último pero no menos importante - Carola Bader, Daniel Staub y Damian Camathias - Creo que nos encontraremos más a menudo el próximo invierno y rodaremos juntos, fue realmente muy divertido estar con vosotros. Es una gran manera de hacer nuevos amigos!
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Texto: Philipp Stohner
