Esta vez: fabricación de nieve y gestión de estaciones de esquí (Sesión 6) y productos y servicios de nieve (Sesión 9). Entre paréntesis se indican las contribuciones de las sesiones que coinciden con el texto. Si hay artículos más largos sobre los temas individuales, éstos están enlazados.
S6: Fabricación de nieve y gestión de estaciones de esquí
Turistas que caen en grietas, remontes que se averían, aparcamientos abarrotados: las estaciones de esquí tienen que hacer frente a todo tipo de problemas potenciales y cuestiones cuando se trata de operaciones diarias. Sin embargo, los principales retos a los que tienen que hacer frente de forma continuada se derivan de la propia dependencia del sector de la meteorología y el clima.
A veces nieva más, a veces menos, a veces hace frío, a veces no: la variabilidad natural del tiempo en general y las precipitaciones invernales en particular no ayudan si se quiere ofrecer a los huéspedes un producto de alta calidad constante: buenas condiciones para esquiar en las pistas.
Los cañones de nieve se convirtieron en algo habitual en los años 80 y hoy en día es imposible imaginar las operaciones de esquí sin nieve artificial. Entonces como ahora, el principal objetivo de la nieve artificial es compensar la variabilidad de las nevadas naturales. La nieve artificial es más dura y fácil de preparar que la nieve normal y se necesita menos cantidad para crear una pista uniforme (P6.16 Wolfsperger et al). Gracias a los cañones de nieve, las condiciones de las pistas son siempre (más o menos) las mismas en muchos lugares. Los pedregales o las manchas de hierba se han convertido en algo poco frecuente y, cuando se producen, los clientes, cuyas exigencias en las pistas han aumentado considerablemente desde que la nieve artificial se ha convertido en la norma, se quejan. Afortunadamente, ya existen métodos para controlar la profundidad de la nieve en las pistas mediante drones (P6.4 Pons et al.) - así que el dron que recoja piedras no puede tardar en llegar.
Dada la importancia de la nieve artificial para las operaciones de esquí, no es particularmente sorprendente que los operadores de remontes estén interesados en optimizar el proceso de fabricación de nieve en términos de consumo de energía y eficiencia - y por lo tanto de costes - tanto como sea posible. Para ello existen dos enfoques, uno más práctico y otro más teórico. El primero se resume rápidamente: Basta con probarlo.