El deshielo de Navidad
Este periodo de tiempo suave y húmedo se produce en Europa Central entre el 15 de diciembre y el 15 de enero en algo menos de siete de cada diez años y se denomina singularidad climatológica o fenómeno meteorológico recurrente. En meteorología, se entiende por singularidad un fenómeno meteorológico de corta duración poco frecuente pero recurrente en una región determinada. Uno de los desencadenantes del deshielo navideño puede ser el inicio de la noche polar en Escandinavia a finales de noviembre. Debido a la falta de luz solar, se forma una alta fría. Si ésta es desplazada por una corriente del este, puede abrir paso a aire cálido y húmedo procedente del oeste y suroeste. Esto trae consigo precipitaciones y temperaturas suaves. Las precipitaciones pueden alcanzar la altura de las cumbres. Debido al suelo helado, no hay posibilidad de filtración, por lo que la precipitación se convierte en escorrentía superficial y deja tras de sí estructuras típicas en la nieve, como los canales de deshielo (ver imagen). Aunque la aparición de esta singularidad es estadísticamente significativa, su relación con el calendario no es tan fuerte como para que pueda utilizarse en la previsión meteorológica. Además, es difícil explicar claramente tales singularidades en una región como Europa, ya que las temperaturas y las precipitaciones están sujetas a una fuerte variabilidad interanual (periódica). En los Alpes, en particular, la compleja orografía también puede provocar efectos locales.