En cualquier caso, para este tipo de estudios se suele buscar un parámetro cuya evolución futura se está considerando, por ejemplo "días con nieve suficiente" o "días suficientemente fríos para la producción de nieve artificial" y luego se utilizan modelos climáticos para considerar cómo podría cambiar el parámetro. ("¿Cuántos días con nieve suficiente hay con un calentamiento de X grados en el lugar Y?") Las ciencias naturales suelen dejarlo así.
Sin embargo, el artículo mencionado anteriormente no se conforma con cosas tan triviales como la cantidad de nieve o la temperatura, sino que define y analiza el "día de esquí óptimo" (DSO) para hacer una afirmación no sólo sobre la cantidad de posibles días de esquí futuros, sino también sobre su calidad. Un DSO es un día soleado sin vientos fuertes, con una temperatura percibida entre -5 y +5° C. Todos los remontes están abiertos y hay al menos 30 cm de nieve (natural o artificial) en las pistas. La zona circundante también está cubierta de nieve, pero todo es cuestión de aspecto, basta con unos pocos centímetros. Además, un OSD siempre cae en fin de semana o festivo. La idea que subyace es que un elevado número de OSD puede garantizar que una estación de esquí sea rentable incluso con menos días de funcionamiento, ya que en esos días acuden muchos más visitantes.
El estudio concluye que el número de OSD por temporada disminuirá en el futuro, lo que significa que habrá que generar más dinero en menos días. También se supone que los OSD se desplazarán de las vacaciones de Navidad hacia Semana Santa, por lo que recomienda otras estrategias de marketing para el turismo navideño (palabra clave: senderismo con niebla). En general, se prevé que la imagen de una región cambie como consecuencia del cambio climático. El Allgäu, por ejemplo, es una "región alpina" que los turistas asocian con "hierba verde y vacas pastando". En el futuro, el paisaje allí se caracterizará por monocultivos agrícolas, por lo que hay que estar preparado para ello en términos de marketing (¿excursiones con niebla en campos de maíz transgénico?)
Otro estudio titulado Turismo de invierno, cambio climático y fabricación de nieve en los Alpes suizos: actitudes de los turistas e impacto económico regional (Pütz et al 2011, Mountain Research and Development), descubrió que la gente suele preferir ir de vacaciones a zonas bonitas y no le gustan tanto las feas. Además, a los turistas de verano no les suele gustar la nieve artificial, mientras que a los de invierno sí. (En 1990, a los turistas de invierno tampoco les gustaban mucho los cañones de nieve.) El estudio descubrió que existe una correlación significativa y positiva entre la "afición al esquí" y la "actitud positiva hacia la nieve artificial". ¿Quién lo hubiera dicho? Las personas que tienen una actitud negativa hacia la nieve artificial o bien no esquían o bien no se dan cuenta de que, de todos modos, suelen esquiar sobre nieve artificial.