Dylan Reynolds es estudiante de doctorado en el SLF e investiga cómo mejorar las simulaciones meteorológicas de alta resolución y vincularlas a los modelos de nieve. En el siguiente artículo, explica su investigación y por qué la previsión de aludes también puede beneficiarse de modelos meteorológicos más rápidos.
La escarpada y complicada topografía de los Alpes es una bendición para cualquiera que disfrute del esquí y el alpinismo. Desde las escarpadas cumbres, la ruta desciende abruptamente hacia profundos valles. Las vistas son preciosas, pero la complejidad del terreno es una pesadilla para los modelos atmosféricos que deben predecir el tiempo aquí. Se necesitan modelos de muy alta resolución para predecir las nevadas en las montañas. Los servicios de alerta de avalanchas suelen utilizar información sobre la nieve y el viento generada estadísticamente a partir de una serie de productos de datos diferentes. Esto es útil, pero con modelos meteorológicos de alta resolución, los procesos subyacentes podrían calcularse directamente en lugar de basarse en estadísticas espaciales.
¿Por qué no se hace? La potencia de cálculo necesaria para tales modelos es sencillamente demasiado grande. Aunque se está invirtiendo mucho en la próxima generación de modelos meteorológicos, probablemente pasarán al menos otros 10 años antes de que dispongamos de previsiones meteorológicas numéricas operativas a esas escalas. Para mejorar las previsiones de todos modos, podemos buscar formas de simplificar los complejos modelos de alta resolución sin comprometer demasiado los resultados.