En la investigación sobre la nieve y los aludes, se investigan constantemente nuevas técnicas, modelos y opciones de verificación con el fin de mejorar los sistemas de alerta y las previsiones y hacerlas más precisas. Para comparar la experiencia y los conocimientos y poder generalizar los resultados, se puede utilizar una clasificación aproximada de las características de la nieve que suelen darse en la región. Éstas pueden indicar ciertos problemas de aludes. Dicho de forma sencilla: ¿hay regiones en las que se dan habitualmente determinadas características de la nieve? En caso afirmativo, ¿cómo se pueden delimitar y etiquetar, qué significa "típicamente" y qué datos se utilizan? Efectivamente, hay regiones en las que determinados problemas de aludes se producen con más frecuencia que en otras. Esto se puede conseguir clasificando los datos meteorológicos. El análisis de estos datos permite una clasificación sistemática y una comprensión más profunda de las condiciones regionales de la nieve y su dinámica.
Términos como "típicamente," "generalmente," o "normalmente" implican una base estadística basada en observaciones a largo plazo. En meteorología y climatología, se ha establecido un periodo de observación de 30 años para poder hacer afirmaciones sólidas sobre las condiciones climáticas e identificar patrones típicos. Esta base de datos a largo plazo es esencial para reconocer qué condiciones meteorológicas en una región concreta conducen a la formación de problemas específicos de aludes y cómo se comportan en comparación con otras regiones. A continuación se explicará con más detalle cómo se puede determinar exactamente la aparición de determinados problemas de aludes causados por la nieve.