Primera impresión
El esquí presenta un diseño relativamente sencillo, en el que me gusta especialmente la foto de montaña en la zona de la cola. Es ciertamente ligero para la anchura, gracias a sus dimensiones decentes. Sin embargo, gracias al Shift montado, añade cierto peso. Para mí, es el primer esquí con HRZN 3D, la forma con punta moldeada en 3D, conocida desde hace tiempo por la serie Bent Chetler. La base no es plana en la punta, sino que se eleva más hacia delante y hacia los lados. Esto debería proporcionar al esquí más sustentación y también facilitar el giro o casi la deriva. En comparación con los Bent Chetler, el HRZN 3D del Backland 109 es ligeramente menos pronunciado y sólo se utiliza en la punta, mientras que los Bent Chetler también tienen moldeado 3D en la cola.
El Shift, lanzado hace cinco años como la primera fijación híbrida de Salomon, ha sido revisado y ahora no sólo es más estable, sino también más fácil de usar. Además, se han abordado los puntos que a menudo se consideraban mejorables en la primera generación, en particular el bloqueo de los topes en el ascenso y el ajuste de la altura de la placa base en la puntera.
Pruebas y condiciones
Mido 183 cm y peso algo menos de 80 kg. Hago principalmente travesías en esquí, en las que pongo mucho énfasis en el descenso y menos en alcanzar cimas. Probé el Backland 109 en 189 cm, calcé un Shift² 13 MN y utilicé principalmente botas Dynafit Tigard, pero también mi nuevo Scarpa Quattro. He probado esquís una y otra vez en los últimos años, pero hacía tiempo que no viajaba con unos esquís de travesía tan anchos. Recibí el esquí de prueba en primavera, pero pude probarlo exhaustivamente aquí en diversas condiciones.