Lisa Amenda

Esquiar implica ropa, equipo, viajes, pero sobre todo la estación de esquí. Para todos aquellos que quieren ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente cuando viajan, pero no quieren hacer la ascensión por sus propios medios, hemos ido en busca de estaciones de esquí respetuosas con el medio ambiente.

Hoy en día, todo es verde, sostenible y totalmente respetuoso con el medio ambiente. Póngale una etiqueta verde y todo el mundo podrá sumarse. Pero, ¿por qué hoy en día ya no basta con actuar y se permite que la sostenibilidad sea una moda? Una llamada a más understatement.

Hoy en día, cuando queremos comprar nuevos textiles funcionales para hacer deporte, tenemos opciones casi infinitas: Algodón, cáñamo, poliéster, Tencel, etc. Pero, ¿cuál es más respetuosa con el medio ambiente? ¿Las fibras naturales o las sintéticas?

El último modelo de esquí, la chaqueta con la membrana más moderna o simplemente la ropa interior funcional de alta tecnología. Compramos, y nos gusta. Pero, ¿nuestro armario no está lleno en algún momento? Cómo podemos aprender a consumir de forma más sostenible y qué tiene que ver con ello la campaña de Patagonia "No compres esta chaqueta".

Plumón, sintético o lana. Ahora tenemos mucho donde elegir en cuanto a materiales. Además de las normas para el plumón y las alternativas sostenibles en el desarrollo de productos de fibra sintética, cada vez se hace más hincapié en la sostenibilidad y las certificaciones para la lana. Éste es también el caso de la "Promesa de lana Ortovox".

Repelente al agua. Caliente. Y plegable. Pero, ¿son también sostenibles las alternativas sintéticas al plumón? Buscamos pistas en los últimos avances de Primaloft, Polartec y Thinsulate.

El plumón es cálido, esponjoso, suave y completamente natural. Pero, ¿es ése el problema del plumón? Siga leyendo para saber en qué puede fijarse al comprar productos de plumón, qué certificaciones existen y qué puede hacer el plumón reciclado.

"El esquí es política: no podemos escapar del mundo en el que vivimos": así titulaba la revista estadounidense Powder Magazine en 2017. Y nosotros hacemos lo propio en 2019: el esquí es política. ¿O no lo es? Nuestra autora Lisa fue en busca de pistas.

Las etiquetas y normas pretenden facilitar la compra a los clientes y dejar claro de un vistazo en qué condiciones y con qué recursos se ha fabricado una prenda. Pero ¿qué hay realmente detrás de Bluesign, Fair Wear & Co. Le ofrecemos una visión general.

La campaña Detox de Greenpeace lo ha demostrado: Los entusiastas de los deportes al aire libre no somos en absoluto ángeles del medio ambiente, sino que dejamos nuestra huella por todas partes. Entre otras cosas, en forma de sustancias químicas perfluoradas y polifluoradas, abreviadas PFC. Pero, ¿por qué son tan malos y cómo se introducen los PFC en el medio ambiente?

Contaminadores, chicos/chicas malos, egoístas: elijan. Los esquiadores somos la pesadilla del clima hecha realidad. ¿O no? En esta columna veremos la realidad y cómo podemos esquiar de una forma más respetuosa con el medio ambiente. Pero antes de nada, ¿por qué no podemos librarnos de este monstruo climático que es el esquí?

Las grandes estaciones de esquí lo tienen todo: Cientos de kilómetros de pistas perfectamente acondicionadas, numerosos remontes, opciones fuera de pista a menudo casi infinitas y nieve desde diciembre hasta principios de mayo. Y, sin embargo, a menudo es en las zonas pequeñas donde más se disfruta.