La fusión prevista conectaría la zona de esquí de Sölden con los remontes de Pitztal mediante 3 nuevas telecabinas, que abrirían 64 hectáreas de nuevas pistas. También está previsto construir un túnel de esquí desde el lado de Sölden hasta el Pitztal, un gran centro de teleféricos con restaurantes bajo el Braunschweigerhütte, así como un embalse e instalaciones para fabricar nieve.
"Los últimos espacios alpinos abiertos no deben sacrificarse al turismo de masas"
Así resumen su crítica los clubes alpinos y las asociaciones de protección de la naturaleza. Según la DAV, las amplias medidas de construcción "transformarían tecnogénicamente" un paisaje casi natural de alta montaña y también destruirían hábitats de flora y fauna sensibles en la cámara del terreno del Linker Fernerkogel. También preocupa el atractivo de Braunschweiger Hütte como base turística tanto en verano como en invierno. La urbanización obstaculizaría la popular zona de esquí de travesía alrededor del Linker Fernerkogel y el senderismo de verano también sería menos atractivo si tuviera lugar en una zona de esquí (una etapa de la ruta de senderismo de larga distancia E5 pasa por el Braunschweiger Hütte y por la zona urbanizada). En lugar de centrarse en la ampliación de las zonas de esquí glaciar en tiempos de cambio climático y en vista de la rápida disminución de las zonas glaciares, se debería invertir en conceptos sostenibles de turismo de verano, según los críticos.