Las personas tenemos límites, la tierra también
A menudo queremos poner a prueba nuestros límites en los deportes de invierno. Nos enorgullecemos de haber superado nuestros límites o quizás incluso de haberlos sobrepasado. Queremos crecer y desarrollarnos en nuestro deporte. Para ello, es necesario cuestionar, explorar y redefinir nuestros límites de vez en cuando. Pero también hay otros ámbitos en los que quizá no sea tan bueno que estemos siempre en nuestros propios límites. Entonces, en algún momento, ya es suficiente. Ya es suficiente. Y queremos hacer una pausa. Nuestras reservas están agotadas, nuestras provisiones vacías. No estamos solos en esto: nuestro planeta también tiene sus límites. Y, por desgracia, no puede aprovechar la exploración de sus límites para seguir creciendo, como hacemos nosotros en el deporte. Cuando los límites planetarios se agotan o llegan al máximo, la Tierra tiende a ir en la otra dirección. Pero, ¿dónde están sus límites y qué significa eso exactamente?
La idea que subyace a la teoría
La teoría de los límites planetarios se ocupa básicamente de la cuestión de hasta qué punto la Tierra está estresada o si ya está sobrecargada. Y, sobre todo, hasta qué punto el ser humano está contribuyendo a ello. Ya no estamos en el Holoceno, sino que hemos llegado al Antropoceno, la era en la que los seres humanos ejercen una influencia significativa sobre nuestro planeta.
El impulso para un examen más específico del tema surgió en 2008 en un foro científico celebrado en Suecia, en el que científicos y diversos grupos de interés analizaron las interacciones entre la actividad humana y los procesos ecológicos. Según los científicos, la humanidad puede seguir desarrollándose y progresando dentro de los límites de estos procesos ecológicos. Sin embargo, si se sobrepasan los límites, pueden producirse cambios en las condiciones marco ecológicas. Esto, a su vez, supone un riesgo para las generaciones futuras.
"Límites planetarios" se estableció entonces como término en 2009. 29 científicos internacionales unieron sus fuerzas en un grupo de trabajo dirigido por Johan Rockström, Director del Centro de Resiliencia de Estocolmo, e identificaron inicialmente nueve áreas en las que se pueden cuantificar los límites de la resiliencia de nuestro planeta. Estas áreas se denominan límites planetarios o límites planetarios críticos.